Revista Cubana de Ciencias Forestales. 2018; mayo-agosto, 6(2):240-256
Metodología para monitoreo de la recuperación del manglar en la desembocadura del río San Cristóbal
Methodology for the monitoring of the mangrove recovery in the mouth of the San Cristobal river
Frank González Otero1
1Máster en Ciencias, Primer Especialista de Catastro e Información Dirección Provincial de Planificación Física de Artemisa. Dirección Provincial de Planificación Física Artemisa. Correo electrónico: frank.otero@gobart.gob.cu
Recibido: 14 de febrero de 2018.
Aprobado: 3 de marzo de 2018.
RESUMEN
El presente trabajo consistió en diseñar una metodología que permita el seguimiento de la recuperación del ecosistema manglar, ante los nuevos escenarios del cambio climático, con un sistema de información geográfica de monitoreo y actualización, desde la desembocadura del río San Cristóbal hasta el río Los Colorados, debido al deterioro de una franja del ecosistema de manglar en la zona sur del municipio San Cristóbal, provincia Artemisa. El área objeto de estudio abarcó 1582.59 ha de manglar al sur del municipio San Cristóbal que fue objeto de mortalidad masiva por anoxia tras el paso de huracanes. El estudio se desarrolló en tres momentos fundamentales del trabajo: Diagnóstico biofísico del ecosistema; análisis de riesgo-vulnerabilidad y adaptación con vistas a la recuperación del ecosistema con gestión integrada; y aplicación de la metodología a partir de su adaptación y adecuación, al sector costero afectado, tanto por factores naturales como antrópicos. Se definieron acciones se combinaron algunas técnicas avanzadas que componen el campo de la Geomática Aplicada, empleadas en el proceso de manejo de análisis de riesgos con gestión integrada en zonas costeras.
Palabras clave: cambios climáticos, ecosistema manglar, gestión integrada, rehabilitación, sistema de información geográfica.
ABSTRACT
The present work consisted of designing a methodology that allows the continues of recovery of the mangrove ecosystem, in the face of the new scenarios of climate change, with a geographic information system for monitoring and updating, from the mouth of the San Cristóbal River to the Los Colorados River, due to the deterioration of a strip of the mangrove ecosystem in the south zone of San Cristóbal municipality, Artemisa province. The area under study covered 1582.59 hectares of mangrove forest south of the municipality of San Cristóbal, which was subjected to massive mortality due to anoxia after the passage of hurricanes. The study was developed in three fundamental moments of the work: Biophysical diagnosis of the ecosystem; analysis of risk-vulnerability and adaptation with a view to the recovery of the ecosystem with integrated management; and application of the methodology from its adaptation and adaptation, to the coastal sector, seriously affected, both by natural and anthropic factors. Action plans and development strategies were defined and some advanced techniques that make up the field of Applied Geomatics were combined, obtaining different thematic layers of the mangrove forest vegetation, used in the risk analysis management process with integrated management in Coast zones.
Keywords: climatic changes, geographic information system, integrated management, mangrove ecosystem, rehabilitation.
INTRODUCCIÓN
Las múltiples y complejas interacciones que actúan entre la naturaleza y la sociedad en los ecosistemas costeros y en las zonas de la plataforma marina insular desembocarán gradualmente en el incremento de la fragilidad y vulnerabilidad de dichos ecosistemas, manifestándose este fenómeno con mayor fuerza en el grupo de las pequeñas y medianas islas, dando lugar a la variabilidad de los factores ambientales y climáticos que regulan el equilibrio de los ecosistemas insulares (Planos, 2014).
Como país tropical, los ecosistemas costeros y marinos cubanos tienen un elevado valor para la comunidad científica internacional que estudia e investiga de forma sistemática el estado de conservación y deterioro de los ecosistemas correspondientes, ya que hoy en día las áreas costeras del planeta albergan dos tercios de la población mundial y se observa una sobreexplotación de sus recursos naturales. Los asentamientos humanos en estos territorios se caracterizan por una elevada densidad humana que, con sus necesidades urgentes de desarrollo socioeconómico, constituyen un factor creciente de presión ambiental que se manifiesta en la explotación excesiva de los recursos naturales costeros, en las agresiones por contaminación provocada por los residuos y desechos industriales, domésticos y agrícolas, sin contar la actividad del desarrollo turístico, lo cual traería consecuencias negativas sobre el entorno natural y de hecho, la conservación de la línea costera (Menéndez, 2013).
Los manglares ocupan un área aproximada de 5647 km2 en todo el país, equivalente al 5,1 % el territorio cubano. El estado de deterioro en que se encuentra esta vegetación en Cuba, requiere especial atención; atendiendo a las características del archipiélago cubano (Rodríguez, Samón et al., 2014; citada por Rodríguez et al., 2015).
Se estima que en Cuba más del 30% de los manglares han sido afectados por impactos naturales y antropogénicos. Los impactos naturales son en general puntuales y poco extendidos, aunque en los últimos años han tenido significativa incidencia. Las causas más comunes de impacto son: erosión costera y desecación de lagunas costeras; acumulación de arenas sobre las raíces aéreas y neumatóforos; ciclones y huracanes; aridez (Menéndez, 2013; 2015).
Los manglares protegen las zonas costeras frente a tormentas y oleajes, los productos del bosque proporcionan a las comunidades locales una red de seguridad alimentaria, cuando las variaciones climáticas dañan la agricultura, así también, los bosques regulan la calidad del agua y el flujo de los ríos.
En Cuba muchos han sido los autores que han abordado el tema de la restauración y rehabilitación en los últimos tiempos, Matos y Ballate (2006) propusieron una metodología de restauración general de ecosistemas degradados, la que fue adaptada a ecosistemas costeros por Baigorría y Rodríguez (2008); así como se han realizado estudios en ecosistemas de manglar por parte del Centro Nacional de Biodiversidades del Instituto de Ecología y Sistemática (Menéndez, 2006; 2013; 2015).
El ascenso del nivel medio del mar es uno de los principales peligros para el Archipiélago cubano por el CC (0.27m. para el 2050 y 0.85 m. para el 2100) (Planos et al., 2013), y constituye una preocupación del más alto nivel del país teniendo en cuenta los impactos a: la población y asentamientos humanos, ecosistemas costeros, infraestructura económica y social. las actividades económicas, así como la funcionalidad del territorio.
Las tormentas ciclónicas ocurren en la región del Caribe y en el Golfo de México entre los meses de julio a noviembre, con raras excepciones fuera de esta temporada. Estas tormentas generan vientos sostenidos de gran intensidad, más aún si son huracanes (más de 119 Km. / hr). Los manglares son muy susceptibles a este tipo de evento meteorológico por su posición geográfica, que los sitúan como la primera barrera de choque y partiendo del hecho de lo poco profundo de su sistema radical, el sustrato es muy propenso a la erosión por el oleaje y el viento. Las tormentas y el oleaje provocado por éstas, acarrean hacia el manglar cienos y arena que, al sedimentarse pueden obstruir el intercambio de gases entre las raíces y la atmósfera, lo cual provoca la muerte de los árboles luego de un período de pocas semanas.
La restricción del flujo de las aguas causa el aumento de las salinidades provocando la muerte del mangle. Situación similar se produjo en el área objeto de estudio en este trabajo, una extensa franja de manglar al sur del municipio San Cristóbal que fue objeto de mortalidad masiva por anoxia tras el paso de los huracanes Gustav e Ike en el año 2008, con solo 30 días de diferencia entre ellos.
Actualmente las nuevas tecnologías, entre ellas: la Percepción Remota, los Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), la Cartografía Digital, la Fotogrametría Digital y los Sistemas de Información Geográfica (SIG), son importantes herramientas en la realización de estudios relativos a la evaluación, observación, monitoreo y cartografiado de los recursos naturales, debido a la gran cantidad de información georreferenciada que pueden generar. En el caso de los SIG, su potencialidad de manejo, almacenamiento y análisis de la geoinformación, permite interrelacionar espacialmente aspectos ambientales, socioeconómicos y físicos y representar los resultados cartográficamente.
En la tarea VIDA, presentada por el CITMA (Pérez, 2017), aparece en la primera Tarea: «Identificar y acometer acciones y proyectos de adaptación al cambio climático, de carácter integral y progresivos, necesarios para reducir la vulnerabilidad existente en las 15 zonas identificadas como priorizadas, considerando en el orden de actuación a la población amenazada, su seguridad física y alimentaria y el desarrollo del turismo». El estado actual de conservación (salud) de estos bosques de mangle se puede utilizar como un criterio para pronosticar su desenvolvimiento futuro ante la elevación del nivel del mar. En la medida de que el bosque está más sano, mayor será su resiliencia y, en consecuencia, su capacidad como protector de la línea de costa, según lo planteado por González y col. (2015) y por Iturraldes y Serrano (2016). De ahí la importancia del trabajo, cuya zona de estudio principal, presenta como problema científico, ¿cómo contribuir a revertir el deterioro de una franja del ecosistema de manglar en la zona sur del municipio San Cristóbal?; siendo el objetivo principal: Diseñar una metodología que permita la recuperación del ecosistema manglar con SIG de monitoreo y actualización, aplicada desde la desembocadura del río San Cristóbal hasta el río «Los Colorados».
MATERIALES Y MÉTODOS
Métodos de Investigación: teóricos: análisis - síntesis, inductivo - deductivo, histórico- lógico y técnicas empíricas: observación, entrevistas, observación.
Área de estudio. Principales características
La zona costera escogida para su estudio, pertenece al municipio de San Cristóbal, radicando en el área del Consejo Popular José Martí, se caracteriza por ser una zona poco poblada, encontrándose concentrada la mayor densidad de población de la comunidad El Mambí (está compuesta por El Mambí y Loma Colorada El Mambí). La misma abarca un total de 1582,59 ha del sector que se encuentra ubicado en la Llanura Sur- Occidental de la Provincia Artemisa (llanura costera muy baja).
La zona se encuentra expuesta a los eventos meteorológicos que anualmente azotan al país y las afectaciones tras el paso de los huracanes Gustav e Ike en el año 2008, fueron significativas (Figura 1).
En esta área, se realizó un estudio físico geográfico para concretar los problemas que estaban incidiendo en algunos de los recursos naturales costeros, siguiendo para ello, la metodología de Rodríguez (2003) para la ubicación, determinación e inventario en las parcelas, teniendo en cuenta además los siguientes aspectos:
Descripción del área de estudio; Asentamientos y poblados; Tenencia; Uso del suelo; Características climáticas; Características hidrográficas; Niveles de contaminación y Relieve.
La misma corresponde al ecosistema manglar y abarca un total de 1582,59 ha., de ellas:
Asentamientos poblacionales:
La zona costera escogida para su estudio, pertenece al municipio de San Cristóbal, radicando en el área del Consejo Popular José Martí, se caracteriza por ser una zona poco poblada, encontrándose concentrada la mayor densidad de población de la comunidad El Mambí está compuesta por El Mambí y Loma Colorada El Mambí. A continuación, se muestran: población existente (Tabla 1); estado de las viviendas (Tabla 2) y el uso de los suelos (Tabla 3).
Valoración del subsistema Físico Natural
Según plan de ordenación de la empresa, el sector se encuentra ubicado en la llanura Sur- Occidental de la provincia Artemisa, (llanura costera muy baja) sobre depósitos de mangles de edad cuaternaria, compuestos por limo arcilloso y arenosos y turbas; suelo de la serie Saranton, poco profundo y poco drenado, con relieve llano y pendiente media del 2 %; procesos de encharcamiento por la deficiente evaporación de las aguas continentales y clase agroecológica baja.
Características hidrográficas
En el área de estudio se encuentra el río San Cristóbal como parte de una cuenca de importancia provincial, por su extensión, con un área de 545.5 Km2, el cual desemboca en la Ensenada de Cantón donde existe un embarcadero y una Unidad del Cuerpo de Guardabosques. El fondo del río es de fango arenoso gris. El relieve submarino del río a partir de la entrada se aclara y cae suave con tendencia a aumentar las profundidades río arriba. Los puntos de interés que se encuentran en el área son: Playa Comegatos; Ensenada de Cantón; Punta La Capitana y Punta Santo Domingo.
Situación ambiental de la zona según estudios previos realizados por la empresa
El presente estudio ha desarrollado tres momentos fundamentales del trabajo:
Etapa I: Descriptiva e informatización.
Etapa II: Preparatoria con gestión integrada de zona costera.
Etapa III: Mitigación y seguimiento.
Etapa I: Descriptiva e informatización
Partiendo de la capacitación técnica y búsqueda de información sobre estudios realizados en el área. Se delimitaron las áreas, así como un diagnóstico biofísico del ecosistema con el empleo del método de observación científica. El método de inventario se corresponde con las características de accesibilidad del bosque y la escala fotográfica disponible, por lo que ofrece alternativas para la evaluación del ecosistema. Se demuestra que para las tareas de mapificación las fotografías aéreas, mediante un simple examen estereoscópico, permiten la estratificación de las áreas utilizando los criterios antes mencionados, reduciendo considerablemente las tareas del inventario y una mayor confiabilidad de datos. Quedaron 21 parcelas a levantar en el lote 34 como aparece en la figura 1, se midieron un total de 945 árboles.
En la toma de datos se empleó una planilla de campo para cada parcela levantada donde se anotó: diámetro a 1.3 m, altura, estado sanitario, contaminación, regeneración natural, entre otros. El método de inventario empleado en el muestreo fue el sistemático con parcelas alineadas, recomendado por FAO (1994), para las características del bosque de manglar y descrito por Rodríguez (2003), Samón (2009) y Rodríguez, Samón et al., (2014). Dado que el área escogida se ubica en una zona que se encuentra expuesta a los eventos meteorológicos que anualmente azotan al país, se estudian las causas de deterioro provocados por tensores de origen natural y antrópicas que afectan el ecosistema de manglar, sus consecuencias y soluciones, teniendo en cuenta lo propuesto tanto por Menéndez (2013) como por Iturraldes y Serrano (2016), así como el grado de incidencia actual en la zona a recuperar. Además, se aplica el método empírico de encuestas.
Etapa II: Preparatoria con gestión integrada de zona costera
Una vez que se ha caracterizado el área y se identifican los principales problemas a resolver, se hace el análisis de riesgo-vulnerabilidad y posibilidades de adaptabilidad con aumento de resiliencia de las comunidades costeras. Se diseña el SIG que se apoya en la apertura del esquema propuesto por Rodríguez et al., (2011) para el proceso de manejo de análisis de riesgos con gestión integrada en zonas costeras. El mismo cubre tres etapas fundamentales:
Etapa III: Mitigación y seguimiento
(En esta etapa se encuentran implícitos los dos últimos pasos del proceso anteriormente descrito).
Elaboración, desarrollo y aplicación de metodologías para la mitigación a los Cambios Climáticos Globales (CCG), con acciones de seguridad y control para zonas costeras.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Durante el proceso de formulación fueron consultadas todas las partes interesadas empresa agroforestal encargada, gobiernos locales, comunidades costeras, entre otros) y se realizó una revisión de los proyectos/programas actuales o planificados. Esta revisión confirmó que el trabajo no duplicará ninguna de estas iniciativas, sino más bien generará sinergias y complementariedad.
Etapa I: Etapa descriptiva e informatización
Recopilación de información sobre diagnóstico biofísico, valoración de impactos ambientales, consecuencias. Aspectos de los CCG que más afectan la zona costera.
Resultados generales del diagnóstico biofísico
La figura 2 muestra las interacciones entre los factores naturales y antrópicos obtenida a partir de una matriz de impactos (Figura 2).
Descripción de las 21 parcelas del muestreo preliminar del Lote 34:
En las parcelas No. 3, 5, 7 y 8 predomina A. germinans, se caracteriza por encontrarse sobre un área de inundación frecuente, por lo que L. racemosa está casi ausente, ya que sus neumatóforos son más pequeños por la característica propia de la especie, también existen pequeños cuerpos de agua.
La parcela No. 15 se ubica relativamente cercana a la costa con inundación frecuente y altas salinidades, de ahí que se desarrolle A. germinans.
Las parcelas No. 18 y 19 se encuentran más cerca del borde interno de la cuenca, por lo que se presentan árboles maduros (con buenas características de semilleros) tanto en A. germinans como de L. racemosa.
Las parcelas No. 12 y 9 tienen una mayor presencia de A. germinans, pero con menos desarrollo de R. mangle, L. racemosa y C. erectus.
En la parcela No. 11, predomina C. erectus, ésta crece cercana a los terrenos agrícolas y más elevados.
En las parcelas No. 1, 2, 4, 6, 10, 13, 14, 16, 17 y 20 A. germinans crece sobre sustrato bajo (forma cuenca) y se encuentra cerca de un estero.
En la parcela No. 21 predomina A. germinans sobre L. racemosa y R. mangle, observándose que L. racemosa aparece sobre microelevaciones de la cuenca delineada y R. mangle sustentado sobre un estero de nueva formación que atraviesa la parcela. Se midieron un total de 945 árboles que representa una densidad media de 45 árboles / 0,01 hectáreas, siendo la composición.
Estos resultados coinciden con los de Rodríguez (2003) en el sector Coloma-Las Canas del Sur occidente de Pinar del Río, Cuba.
Etapa II: Preparatoria con gestión integrada de zona costera
Análisis de riesgo-vulnerabilidad y posibilidades de adaptabilidad con aumento de resiliencia de las comunidades costeras
Los impactos del Cambio Climático no ocurren de una forma aislada. Cuba no ha estado ajena a tal fenómeno Chang (2013) y Planos (2014). Su afectación principal ha sido por riesgos climáticos, sobre todo ocurrencias de huracanes y tormentas, las que han destruido zonas extensas de manglares por las intensas cargas de sedimentos que han provocado mortalidad masiva, así como inundaciones severas con permanencia hasta provocar la anoxia.
La reforestación no debe dejarse solamente en manos de la entidad forestal o medioambiental que tiene bajo su jurisdicción la atención a los ecosistemas costeros y bosques de manglar; debe ser tarea de conjunto para que perdure y sea exitosa; debe entenderse su vital ejecución, porque en ello va implícito el desarrollo costero a nivel local, territorial, nacional y global.
Muchos han sido los autores que han abordado el tema de la restauración en los últimos tiempos, en Cuba, Matos y Quesada (2006) propusieron una metodología de restauración general de ecosistemas degradados, la que fue adaptada a ecosistemas costeros por Baigorría y Rodríguez (2008), en esta precisamente se basa esta investigación, realizando una nueva propuesta para su perfeccionamiento.
El esquema del proceso de manejo de riesgos en zonas costeras sería:
Descripción de pasos:
Iniciación: Obtención de informaciones sobre antecedentes, análisis documental, adquisición de conocimientos sobre el tema.
Establecer metodología: Se comienzan a aplicar las acciones que permitan mitigarlos y preparar el área para el comienzo de la recuperación.
Análisis preliminar: Estado actual del ecosistema, diagnósticos comprobatorios. Elaboración y presentación del proyecto. Gestión de financiamiento. Presentación del proyecto a comunidades costeras y entidades involucradas. Realización de talleres con participación comunitaria y seminarios de capacitación en entidades involucradas. Elaborar programa de gestión integrada.
Estimación del riesgo: Para eventos meteorológicos, basarse fundamentalmente en predicciones meteorológicas locales y nacionales, previo estudio de dinámica de incidencia de tales fenómenos en la zona costera en cuestión (este estudio se realizó en el SIG de monitoreo confeccionado, donde se tuvo en cuenta la dinámica de los huracanes que han azotado el área de estudio y las previsiones para atenuar el riesgo ante futuros eventos, lo que constituye un nuevo aporte a la metodología). Para ascensos del nivel del mar, realizar estudios de dinámica costera y balizaciones marcadas que permitan el estudio de los ascensos del nivel del mar con el tiempo en la zona costera en cuestión. Estudiar la dinámica de la red trófica alimentaria del litoral costero, así como su estado actual. Realizar estudios de dinámica sobre incidencia de precipitaciones y períodos de sequía. Todo ello aparece diseñado en el SIG. Los estudios de balizaciones para los ascensos del nivel del mar, aún se están realizando, pero hasta el momento ha quedado claro que han ocurrido ascensos de aproximadamente 2 a 2,5 cm.
Evaluación del riesgo: Este paso es cuidadosamente importante, en primer lugar, por la característica de resiliencia de los ecosistemas costeros; es decir, su dinamismo no permite confiar ciegamente en las predicciones y resulta difícil su modelación. Es por ello que son imprescindibles los estudios de dinámica mencionados, ya que permitirán la predicción de posibles escenarios y el modo de actuación en cada caso.
La reforestación seleccionando las especies de mangle según las condiciones ecológicas óptimas donde se desarrollan cada una de ellas (Rodríguez, Samón et al.,, 2014).
a) Plantar Rhizophora mangle en la primera franja, borde de los canales y en los sitios con inundación permanente y valores de salinidad cercanos a los del mar (entre 37 y 40 %). En los casos que las olas pudieran mover los propágulos, primeramente, se deberán proteger con barreras mecánicas hasta su total enraizamiento y desarrollo.
b) Plantar Avicennia germinans en las áreas que no estén en la primera línea de costa, con influencia de la marea e inundaciones temporales y los mayores valores de salinidad.
c) Plantar Laguncularia racemosa en sitios de mayor altura y con poco nivel de inundación y bajos valores de salinidad.
d) Plantar Conocarpus erectus, en las áreas periferales de la franja costera, más secos y elevados y con los menores valores de salinidad.
Para la rehabilitación de estas áreas se propusieron las acciones siguientes:
Etapa III: Mitigación y seguimiento
Teniendo en cuenta los escenarios probables derivados de los estudios de dinámica de la zona costera en cuestión, se elabora la metodología a seguir en proceso de adaptación y mitigación de los CCG, gestionando integradamente con todos los organismos y comunidades involucrados, particularmente en la responsabilidad de cada cual. Limpiar y reforestar luego del paso de eventos meteorológicos que afecten el litoral costero resulta imprescindible.
Una vez que se ha caracterizado el área y se conocen los principales problemas a resolver. Se comienzan a aplicar las acciones que permitan mitigarlos, y preparar el área para el comienzo de la recuperación, que incluye la limpieza de esteros y cursos de agua naturales, el estudio de la posibilidad de una red hidrológica artificial si no se revierte la situación con lo anterior, así como la preparación del sitio proliferando Batis marítima L. o cobertores artificiales que protejan la humedad del suelo (pre y pos período lluvioso). La reforestación con Avicennia germinans y/o Laguncularia racemosa en áreas con proliferación de Batis marítima L.; reforestación en litoral costero y bordes de esteros con Rizophora mangle; reforestación con Conocarpus erectus, si fuese necesario.
Resultados del SIG diseñado
Se desarrolló una aplicación de Sistema de Información Geográfica (SIG) en interés de evaluar la dinámica susecional para el manejo del riesgo climático en la zona con gestión integrada, se apoya en la apertura del esquema propuesto por Rodríguez et al., (2011) para el proceso de manejo de análisis de riesgos con gestión integrada en zonas costeras.
Se diseña un riguroso sistema de muestreo y monitoreo de los eventos que se suceden durante el proceso de recuperación según Hernández (2013). Dada la observación en las cinco áreas, más la línea de costa, se puede afirmar que el comportamiento de la regeneración natural es aceptable, se evidencia buena cantidad de plántulas incipientes, siendo la línea de costa y el área conservada (Ac) las zonas con un valor considerable de plántulas, con menor valor en el área antropizada (Aa). Hay diferencias en la relación existente entre la regeneración incipiente y la regeneración establecida, lo que puede estar determinado por factores naturales. Según pobladores, después del paso de los huracanes, la zona quedó defoliada totalmente y desde entonces se ha comenzado a evidenciar un aumento de la regeneración, demostrado en el alto valor de plántulas menor de 0.5 m de altura existente en el área. El paso de los rayos de sol hasta el suelo aumenta con la disminución de la cobertura foliar de los árboles, posibilitándole a las semillas las condiciones de humedad y luz necesaria para su germinación; siendo esta una experiencia a manejar dentro de las áreas de manglar donde la regeneración sea mala.
El comportamiento de la mortalidad del área es provocado por dos presiones fundamentales; la acción negativa de los pobladores locales y la acumulación de desechos por fenómenos naturales.
En el proyecto de rehabilitación se tuvieron en cuenta los aspectos señalados en las leyes 81 del Medio Ambiente (1997), 85 Ley Forestal (1998) y el Decreto Ley de zonas costeras 212 (2000), así como el Instructivo técnico de Rodríguez, Samón et al., (2014), diseñándose un riguroso sistema de muestreo y monitoreo de los eventos que se suceden durante el proceso de recuperación con los indicadores siguientes:
Con la aplicación de la reforestación con monitoreo y seguimiento continuo de las 100 ha., hasta su establecimiento definitivo, se trabajó en función de:
a)- Rehabilitar los cursos de agua, ya sea limpiando esteros naturales o construyendo canales artificiales.
b)- Preparación del sitio proliferando Batis marítima L. o cobertores artificiales que protejan la humedad del suelo (pre y pos período lluvioso).
c)- Monitoreo y observaciones del investigador in situ durante la etapa de plantación y desarrollo de ésta, incluyendo monitoreo y control de plagas y enfermedades.
Propuesta de Sistema de Medidas de Recuperación de las áreas de manglar afectadas por eventos meteorológicos (huracanes y tormentas) a mediano y largo plazo en el área de estudio.
a. Una forma de restaurar estos suelos salinos es comenzar la recuperación en el período lluvioso para aprovechar el lavado, realizando pequeños canalizos a favor de las pendientes que propicien el mismo.
b. Facilitar la proliferación de Batis marítima que permita un cobertor natural del suelo que lo proteja del proceso erosivo y facilite que la regeneración natural o la reforestación que se realice, se establezca.
c. Para sitios donde no existan árboles semilleros, se deben crear viveros con las especies autóctonas de los mismos, se sugiere en lo posible, sean comunitarios como parte del programa de educación ambiental del área protegida.
d. Deben realizarse otros estudios de suelos y de aguas más profundos que faciliten las bases para la elaboración de un manejo adecuado del ecosistema manglar con carácter de sostenibilidad.
e. Realizar estudios geomorfológicos, climatológicos, de contaminantes y de dinámica de erosión por ascensos del nivel del mar del litoral costero.
CONCLUSIONES
El bosque de manglar desde la desembocadura del río San Cristóbal hasta el río «Los Colorados, se encuentra en un estado de deterioro, demostrado en los resultados del Diagnóstico Biofísico efectuado.
El intercambio de agua dulce y salada, de vital importancia para los ecosistemas de manglar, se ha visto afectado en el área de estudio por la presencia de la Derivadora, la cual ha disminuido significativamente el curso del río sobre todo aguas abajo.
El análisis de los suelos arrojó resultados interesantes que permitirán una mejor planificación de la línea a seguir para la restauración ecológica de las áreas degradadas y salitrales de reciente formación.
Queda demostrado que los eventos meteorológicos y antropización que inciden en el área de estudio han sido las principales causas de la pérdida de las especies Rhyzophora mangle y Avicennia germinans, en el litoral y la cuenca del área de estudio.
El SIG de monitoreo diseñado, permitirá la toma de decisiones para mitigar los efectos de los cambios climáticos en la zona, ya que consta de todos los elementos a tener en cuenta para mitigar riesgos y vulnerabilidades, siendo la reforestación la clave del éxito en este resiliente ecosistema.
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